Un rincón acogedor en una terraza pequeña es posible

La mayoría de los españoles, el 65%, vive en pisos, esto quiere decir que aproximadamente dos tercios de la población solo dispone de una pequeña terraza o balcón para disfrutar de un espacio al aire libre. 

Sin embargo, sacarles provecho a estos lugares es posible. Con los muebles apropiados se pueden crear rincones en los que poder disfrutar de la brisa y del cielo, adaptándolo para la relajación y el descanso. Sin importar el tamaño, este rincón del hogar, en la mayoría de las veces desaprovechado, puede convertirse en un tesoro y ser adaptado para poder desayunar, tomar un café a media tarde, echar una siesta o pasar un rato de lectura. 

En efecto, por muy pequeña que sea la terraza o el balcón, el estilo y la comodidad no es cuestión de milagro.  Con un poco de imaginación y el mobiliario adecuado, seremos capaces de añadir un lugar útil y cómodo a la vivienda.

Estos son algunos de los consejos que se pueden seguir para optimizar estas zonas al exterior.

1. Conjuntos de mesas plegables

Posiblemente este sea el recurso más lógico y popular. Un conjunto de mesas y sillas que puedan plegarse cuando no están siendo utilizadas, facilitando su almacenamiento o arrinconamiento para dejar la terraza libre al paso y al uso mientras no sean necesarias, está al alcance de cualquiera, independientemente de los metros disponibles.

2. Transformar el balcón en un segundo salón

Una fórmula muy atractiva para usar los balcones, aunque permanente, que sirve para crear un espacio equiparable al salón en el interior del inmueble. Se trata de colocar un sofá esquinero aprovechando todo el espacio en uno de los extremos. Este sofá puede crearse a partir de arcones de madera que sirvan, además, de espacio para el almacenamiento. Muy útil para guardar los propios cojines y colchonetas para cuando no estén en uso y que no se deteriore por la acción de los agentes atmosféricos, como el sol o la lluvia. 

3. Crear una pequeña selva

Con una serie de pufs sobre una celosía de madera que envuelva perimetralmente la terraza para otorgarle intimidad y la calidad habitual que da este material, se crea un entorno perfecto para instalar un sofá rinconera a ras del suelo y muchas plantas, sobre todo de gran tamaño, trepadoras, que se extiendan por todas partes, e incluso con la posibilidad de crear un jardín vertical. Una mesa baja dará el toque final que, para las noches con algunas velas, será un espacio especialmente atractivo y acogedor.

4. Los detalles cuentan

Cuando se tiene poco espacio son los detalles los que van creando un lugar que habitar con comodidad y estilo. Ejemplos de elementos que pueden se recurrentes en estos pequeños balcones son las mesitas colgantes, que se quedan agarradas a las barandas y carecen, por tanto, de pies, las guirnaldas de luces led para dar un toque ensoñador a las noches, las alfombras de esparto, las barras largas colgantes acompañadas de bancos altos e incluso hamacas para las siestas, que cuelgan desde la pared hasta la baranda cuando se usa y se recoge de un punto, creando un elemento estético en la pared a modo de red. Estos son algunos de los elementos que pueden complementar y optimizar el uso de una terraza pequeña. 

5. Los jardines verticales

Aunque se ha nombrado brevemente con anterioridad, bien merece profundizar un poco más en este elemento altamente decorativo que aporta, además, frescura y naturalidad a cualquier terraza. Se conoce como jardín vertical, muro verde o fachada vegetal, a la colocación de un jardín con plantas y diferentes especies vegetales colocadas en vertical. Se trata de un sistema recurrente que tiene un buen número de efectos positivos para las personas, ya que consiguen disminuir algunos grados la temperatura y atrapan partículas contaminantes, por lo que ejercen directamente un beneficio a la salud. También, es beneficioso para el entorno, pues proporciona mayor biodiversidad y refugio para algunas especies animales. 

6. El suelo se puede aprovechar más

De forma simple, rápida y efectiva, es posible crear un espacio en el que el suelo sea el verdadero protagonista. Bastará con colocar una alfombra a medida o bien cubrirlo con césped artificial y redistribuir grandes cojines o pufs bajos, así como mesas de baja altura para tener un nuevo lugar de juegos y distensión al calor del sol o a la tenue luz de las estrellas y la luna.