Amueblar el jardín es todo un reto para el que hay que contar con algunos conocimientos y así evitar, en la medida de lo posible, cometer errores. Disfrutar de este espacio al aire libre va a depender tanto de la comodidad como del diseño y el aspecto estético que se consiga. Aunque, fundamentalmente, se deberán responder a las siguientes preguntas: 

• ¿De cuánto espacio se dispone? 
• ¿Qué uso se le va a dar a los muebles?
•  ¿Qué materiales son los que más gustan? 
• ¿Van a requerir mantenimiento?
•  ¿Se dispone de un lugar para guardarlos?

Espacio disponible

En relación a la primera pregunta, una de las más importantes para saber qué se puede incluir en el espacio disponible, hay que considerar si se trata de un patio, de un porche, de un jardín o de una terraza. No es necesario conocer las medidas exactas, basta con tener una idea general de lo que se puede usar como lugar de relajación o para desayunos, almuerzos, meriendas y cenas.

Uso habitual

Esta utilidad será la que permita responder a la segunda pregunta. Los muebles de exterior se usarán para disfrutar de comidas o como un rincón para la relajación y la contemplación. Es para encontrarse con la familia y usarlo para juegos y entretenimiento o es para tomar algunas copas para cuando lleguen los amigos…

Aspecto estético, material

Después de responder a esta pregunta, habrá que pensar en el diseño, en el estilo decorativo que se quiere dar al jardín y para ello es importante elegir el material del que estarán hechas las sillas, mesas, butacas, sofás, pufs… En este sentido, las opciones más habituales son el aluminio, el acero, el hierro, el mimbre, la madera, el bambú, la resina…

El mantenimiento

Siguiendo con esta línea de elementos a tener en cuenta a la hora de decidirse por el mueble más adecuado, habrá que pensar en el mantenimiento que va a requerir el material del que estén hechos los muebles elegidos.

Hay que saber que el hierro se oxida por la humedad ambiente o que determinados textiles se destiñen y decoloran. Sin embargo, la madera, si está bien tratada, soporta bien al exterior, al igual que ocurre con el aluminio. 

Un lugar para guardarlos

Directamente relacionado con el mantenimiento, la posibilidad de tener un lugar donde guardarlos en los peores días será un factor muy positivo para su conservación. De este modo no soportará la lluvia o la incidencia del sol directamente.

Si no se dispone de un lugar apropiado, como una caseta o garaje, se deberá tratar de mantenerlos a cubiertos de los rigores climáticos más fuertes, dejándolos bajo un toldo o carpa o bien en el interior de un cenador.

Opciones de mobiliario

El mercado ofrece una gran variedad de posibilidades para diseñar un jardín perfecto en cuanto a muebles. Con seguridad, de todas las opciones disponibles, se encontrará aquella que se adapte a cada necesidad y gusto estético.

Fundamentalmente, para completar el espacio exterior, se tendrá que elegir entre un conjunto comedor o un conjunto para el descanso, aunque después existan numerosos complementos que terminen por definir la zona que se quiere crear al gusto.

El conjunto comedor para el jardín

Como norma general, un conjunto especialmente diseñado para comer podrá incluir de 6 a 12 personas, aunque, como cabe imaginar, los hay para cuatro e incluso para 2 comensales. El diseño de la mesa para darle mayor creatividad podrá ser desde las clásicas cuadradas y rectangulares hasta las redondas u ovaladas. 

El conjunto para el descanso

En este caso, las fórmulas se amplían exponencialmente, puesto que es posible adaptarlas al milímetro a las necesidades de cada espacio. Es posible contar con esquineros, juegos de sofás, sillones, puffs, mesas a diferentes alturas y dimensiones… diferentes muebles, en definitiva, que permiten acoplarse a las dimensiones y al reparto que se requiera, según las preferencias estéticas y la comodidad.

Ya sea para leer, para descansar tomando el sol, para reuniones con amigos… lo que se quiera.

Los complementos para los muebles

Cualquier destino que se haya decidido para acomodar parte del jardín, ya sea para comer o para descansar, para momentos de ocio e incluso para crear rincones de trabajo al aire libre, se puede terminar de ambientar aportando los complementos que sean necesarios.

No son pocas las piezas adicionales disponibles con las que dar el toque final a este lugar donde se va a disfrutar del aire libre y el cielo abierto sin salir de casa. 

Estos que siguen son solo algunos de los complementos más habituales para terminar de vestir el jardín.

Las hamacas y las tumbonas

Un jardín nunca estará completo sin una o dos tumbonas en las que descansar a “pierna suelta”. Las siestas a la sombra del árbol o directamente al sol forman parte inherente de cualquier espacio privado para el solaz. Escuchar a los hijos chapotear en la piscina, leer un libro o escuchar música relajadamente mientras la suave brisa acaricia nuestra piel en ese estado de laxitud que produce el hogar, tranquilo y seguro, es mucho más satisfactorio en una hamaca o tumbona. 

Los bancos 

Otro de los elementos imprescindibles son los bancos de jardín. Estos asientos no pueden faltar en cualquier porche que se precie. Tomar un café o una copa de vino, tranquilamente, antes de volver a las tareas toma otra dimensión desde estos rincones exquisitos del hogar en un jardín.

Elementos para protegerse del sol

Como ya se ha comentado en este mismo artículo, un poco de sombra para proteger los muebles es necesario, además será de agradecer para esos días en los que el sol aprieta y se quiera estar en el exterior sin quemarse.

Las sombrillas, los cenadores, las pérgolas, los parasoles, los toldos… son objetos útiles, además de decorativos, que ofrecerán esa protección extra para descansar o para comer logrando disminuir la temperatura y creando un entorno mucho más confortable y elegante. 

Otros objetos que también habrá que considerar para tener el jardín deseado son los textiles, para crear esquinas de cojines o con alfombras, y las lámparas, con tiras led, linternas y todo tipo de luminarias que permitan disfrutar de este lugar también de noche.